Iglesia virtual. ¿pecado o bendición?

Para muchos 2021 representaba un nuevo comienzo, la esperanza de que las cosas iban a regresar a la normalidad; o que por lo menos sería una realidad diferente a la del 2020. Sin embargo, una vez transcurrido el primer trimestre del año nos encontramos viviendo un escenario no muy diferente al del año pasado. Alto número de contagios, hospitales saturados, taza elevada de mortandad y cuarentenas estrictas… Todo esto representa la realidad en casi todas partes y Ecuador no es una excepción. 

Gobiernos al rededor del mundo han implementado medidas para detener el avance de COVID y entre ellas está el de prohibir las celebraciones religiosas presenciales. Esto sin duda ha despertado un malestar entre los feligreses. En el mundo cristiano, particularmente en los Estados Unidos, reconocidos pastores como John Macarthur y Douglas Wilson abiertamente han expresado su rechazo a lo que ellos califican como una injerencia ilegal del gobierno, y han optado por el desacato total o parcial de las restricciones impuestas. 

Este tipo de comportamiento no tan solo se ha visto en el mundo occidental sino también en nuestro medio. Pastores de varias iglesias han optado por desacatar las restricciones de no tener cultos presenciales. Entonces, bajo esta realidad vale la pena preguntarse. ¿Es correcto dejar de tener cultos presenciales? ¿Son los cultos virtuales una opción Bíblica? ¿Estaría la iglesia pecando si se deja de reunir presencialmente? 

En el siguiente artículo proveemos cuatro razones sencillas para respaldar la legitimidad Bíblica de las reuniones virtuales. Pero antes de eso rápidamente haremos una valoración de unas de las comunes objeciones para no acatar las normativas del gobierno.

1. “Es necesario obedecer a Dios antes que ha los hombres.” 

Estas fueron las palabras que los apóstoles Pedro y Juan repitieron ante el Sanedrín cuando fueron interrogados del porque no había acatado sus órdenes de dejar de predicar el nombre de Jesus. Hechos 5:29.

Sin duda esta frase representa nuestra responsabilidad Cristiana de obedecer a Dios antes que a los hombres, sin embargo, aplicar este texto a la realidad que estamos viviendo representa un error, puesto que a diferencia del Sanedrín, el gobierno no está prohibiendo enseñar el nombre de Jesús, en otras palabras el evangelio, sino que está prohibiendo las reuniones religiosas presenciales. Aunque es verdad que estas medidas pueden ser utilizadas en contra del cristianismo, al menos en nuestro medio hasta ahora esto ha demostrado no ser la realidad. Así que en Ecuador los cristianos aún gozamos de la libertar de enseñar y proclamar el nombre de Jesús.

2. “Si confías en el Señor ninguna plaga te tocará.”

Esta frase aparece en el Salmo 91, en la cual el Salmista nos dirige a estas maravillosas palabras.

No temerás el terror de la noche,

    ni la flecha que vuela de día,

ni la peste que acecha en las sombras

    ni la plaga que destruye a mediodía.

A simple vista en este Salmo esta enseñando que el que confía en el Señor no sufrirá ninguna calamidad y que ninguna plaga lo tocará; por lo tanto muchos toman este Salmo como la promesa de que no llegarán a contraer COVID. Sin embargo, este tipo de interpretación ha demostrado ser incorrecta ya que al rededor del mundo hay muchos cristianos quienes sí confían en Dios y que sin embargo han contraído el virus y que incluso han muerto a causa de COVID.

Entonces, no tan solo que este tipo de interpretación ha demostrado ser incorrecta, sino incluso dañina para la fe de muchos quienes después de haber creído este tipo de enseñanza terminan siendo decepcionados del cristianismo por una supuesta “mentira” de parte de Dios. 

Vale la pena recordar que Satanás interpretó este Salmo de forma literal para tentar a Jesús.

Lucas 4:9-12

—Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate de aquí! 10 Pues escrito está:

»“Ordenará que sus ángeles te cuiden.

    Te sostendrán en sus manos

11 

para que no tropieces con piedra alguna”».

12 —También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le replicó Jesús.

Como nos muestra nuestro Señor Jesús en su respuesta, la interpretación literal de un texto bíblico no es siempre correcto. 

Ciertamente, Satanás utilizó las palabras mismas del Salmo 91, para tentar que Jesús pruebe ser el hijo de Dios por medio del cumplimiento literal de estas. Sin embargo, como vemos Jesús no se dejó engañar por la astucia de Satanás sino que trajo luz a la interpretación de este salmo con la escritura misma al citar Deuteronómio 6:16 y lo mismo debemos hacer nosotros. Proverbios 22:3 trae mucha luz al momento en el que estamos viviendo. 

Proverbios 22:3

El prudente ve el peligro y lo evita; 

el necio sigue adelante y sufre las consecuencias.

Bien haremos todos si escuchamos la respuesta de Jesús y no intentamos poner a nuestro Dios a prueba al aplicar este salmo sin tener en cuenta su contexto bíblico y utilizarlo como un amuleto.

Ahora, una vez que brevemente hemos valorado estas dos razones para desacatar las ordenanzas gubernamentales de prohibir los cultos presenciales, pasaremos a proveer cuatro razones sencillas para validar la legitimidad de los cultos en línea.

 

Primero, la Biblia nos insta a obedecer a nuestras autoridades. 

En la carta a los Romanos tenemos al apóstol Pablo escribiendo estas palabras a la iglesia de Roma

Romanos 13:1-5

1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. 

Como podemos ver, el Apóstol Pablo no tan solo enseña que los cristianos debemos obedecer a las autoridades como un elemento de testimonio y sabiduría, sino que demuestra que la autoridad misma proviene de Dios; y que por lo tanto, el hecho de desobedecer a la autoridad implica una desobediencia a Dios.  

Ahora, sin duda, esto no significa que los cristianos tienen que obedecer ciegamente a las ordenanzas del estado. Romanos 12:21, (el contexto inmediato anterior a los versículos de estudio) nos enseña que “no debemos dejarnos vencer por el mal sino vencer al mal con el bien.”

En otras palabras la Biblia nos llama a oponernos a la maldad, y si esa maldad viene del estado, la iglesia no solamente tienen el derecho, sino la obligación de levantar voces de protesta ante cualquier acto que este en contra de la voluntad de Dios. 

Todo esto significa que los cristianos necesitan ser muy cuidadosos para saber distinguir a través de la Biblia cuales ordenanzas gubernamentales van en contra de la voluntad moral de Dios. En nuestro caso, las restricciones a reuniones religiosas presenciales no demuestran ser una violación a la ley moral de Dios; puesto que no se nos está impidiendo adorar a Dios ni predicar el nombre de Jesus; sino tan solo se nos impide reunirnos de manera presencial.

Segundo, La Biblia esta llena de ejemplos de edificación a distancia.

Sin duda el compañerismo es un elemento esencial de la vida cristiana. No por nada el autor de la carta a los hebreos nos insta a no dejar de reunirnos, Hebreos 10:25. Es más se puede decir que la historia de la redención es la narrativa Bíblica del pueblo de Dios. Una nueva comunidad donde personas de toda tribu lengua y nación que por fe en Jesús llegan a tener relación con Dios y relación entre ellos.

Sin embargo, la importancia de la comunidad entre cristianos no niega la posibilidad de una edificación a distancia. En realidad debemos reconocer que la Biblia es un testimonio de este tipo de edificación.

Una significativa parte de la Biblia fue escrita por personas que estaban físicamente lejos de las comunidades de los creyentes. Esto sin duda fue el caso del apóstol Pablo que escribió las llamadas cartas de la prisión desde una celda, apartado de la comunidad de creyentes, y que sin embargo, sus cartas fueron y siguen siendo utilizadas por Dios para la edificación y el crecimiento del cuerpo de Cristo.    

Esto vale la pena tomar en cuenta hoy en día cuando no nos podemos reunir personalmente. La ausencia de un servicio presencial no evita que podamos seguir animándonos y edificándonos mutuamente. 

Plataformas virtuales como ZOOM nos permiten “ir” a iglesia desde nuestros hogares. O mejor dicho, reunirnos como iglesia desde nuestros hogares. Zoom puede ser utilizado para tener cultos, estudios bíblicos, reuniones de oración y discipulado. En otras palabras la iglesia aún puede experimentar comunidad a la distancia. 

Por lo tanto, bien haremos al utilizar al máximo estas herramientas que Dios nos ha provisto para animarnos los unos a los otros a seguir creciendo a la imagen de Cristo a través del estudio de la palabra de Dios. 

Tercero,  La realidad espiritual del culto cristiano.

En Juan 4 tenemos el relato del encuentro entre Jesus y la mujer samaritana. Hablando sobre la adoración tenemos las siguientes palabras de Jesus. 

21 —Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. 22 Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos. 23 Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad,[d] porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24 Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.

En la palabras de Jesus podemos ver que la adoración ya no es física (Jerusalén y el templo), sino que es espiritual (espíritu y verdad). Esta punto tiene mucho valor para nosotros los cristianos, porque nos enseña que por la vida y la muerte de Jesús ya no hay necesidad de templos; sino que ahora, nosotros nos convertimos en un templo porque el Espíritu Santo llega a vivir en nosotros; y por lo tanto, los edificios de las iglesias, por buenos que sean, ya no son esenciales para la adoración a Dios.  

Este tema ha sido desarrollado en mayor en el artículo llamado “Lo que COVID no nos quitó.”

Por ahora, lo que podemos afirmar es que las restricciones gubernamentales que nos impiden reunirnos físicamente no afectan en absoluto nuestra adoración a Dios; puestos que no nos impiden ir al templo que es Jesús.   

Cuarto, Amor al prójimo 

He dejado este punto para el final, no porque sea el menos importante, sino porque creo que este debe ser el último “filtro” para tomar una decision. 

Cuando Jesús fue preguntado acerca de cuál es el mandamiento más grande de la ley Jesús contesto lo siguiente.

37 —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”[c] —le respondió Jesús—. 38 Este es el primero y el más importante de los mandamientos. 39 El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.[d] 40 De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.

En las palabras mismas de Jesús el amor al prójimo a parte solo del amor a Dios es lo más importante. Por lo tanto, en esta discusión respecto a acatar las restricciones gubernamentales de prohibir los cultos religiosos presenciales, vale la pena pensar  ¿Qué papel juega el amor al prójimo en nuestras decisiones? 

Ha saber hoy en día en nuestro medio los hospitales tanto públicos como privados están copados por personas infectadas con el virus de COVID. Enfermos no pueden conseguir ser atendidos en las casas asistenciales, personas que necesitan oxígeno son dejadas para que lo consigan por su propia cuenta. Ni si quiera los enfermos graves que necesitan ser ingresados a las salas de cuidados intensivos pueden hacerlo. Día a día mas personas mueren a causa de COVID. En medio de este panorama, es poco decir que el desacatar las medidas del gobierno que buscan reducir los contagios tan solo porque estas resultan ser odiosas para nosotros demuestran una falta de amor al prójimo. 

Sin duda el reunirse a través de una pantalla no es lo mismo que hacerlo personalmente, ni el cantar bajo una mascarilla es lo mismo de hacerlo de manera libre, sin embargo, si tener que pasar todas estas molestias significa ayudar a evitar más contagios así evitar el sufrimiento de muchos, entonces por contradictorio que esto suene, la actitud cristiana y santa delante de Dios es la de evitar tener reuniones presenciales. 

En conclusion, la iglesia virtual bajo el tiempo de COVID en vez de ser percibida como un pecado  debe ser celebrada como una bendición; ya que a través de plataformas virtuales Dios provee formas a su iglesia para que se siga edificando y experimentando comunidad.

Nosotros como cristianos hoy en día debemos agradecer a Dios por la bendición de la tecnología y utilizarla sabiamente para el engrandecimiento del reino de Dios.

Diego Herrera.

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